viernes, 26 de septiembre de 2014

La importancia de la respiración

Lo básico en torno a la Respiración


El llenado inicial de los pulmones que realiza un recién nacido produce cambios esenciales en nuestro sistema circulatorio: la sangre invade nuestros pulmones (hasta entonces casi vacíos y sin funcionalidad), los lados derecho e izquierdo del corazón se separan en dos bombas y los vasos especializados en la respiración fetal se cierran y se condenan (algunos de ellos se convertirán en ligamentos).

Este primer aliento es la respiración más importante y enérgica que realizaremos en nuestra vida, y la que marca nuestra independencia física y fisiológica.


La respiración se produce por un cambio tridimensional de forma de las cavidades torácica y abdominal, que es lo que hace que el aire entre por una diferencia de presión. Ambas cavidades comparten una importante estructura, el diafragma, que forma el techo de la cavidad abdominal y el suelo de la cavidad torácica.

En el contexto de la respiración, la cavidad abdominal cambia de forma pero no de volumen (se comporta como un globo lleno de líquido), mientras que la cavidad torácica cambia tanto de forma como de volumen (como un recipiente flexible lleno de gas).

Los elementos de la respiración


Los pulmones, órgano principal de la respiración, puede llenarse de aire gracias al movimiento de un grupo de músculos inspiradores, cuya vocación es la de crear espacio en el interior de la caja torácica y así obligar al aire a penetrar por la diferencia de presión.

Éstos, están adheridos a la cara interna de la caja torácica y al diafragma por medio de una fina membrana que los rodea denominada pleura. Las costillas por su parte, se articulan por detrás con la columna vertebral (D1 a D12) y por delante con el esternón, lo que les permite disponer de cierta movilidad (movimiento en asa de cubo).




Como dijimos, hay una familia de músculos inspiradores, responsables del movimiento de la cavidad torácica y abdominal:


  • En la inspiración: 
  1. Principales: diafragma, intercostales y supracostales
  2. Accesorios: esternocleidomastoideo, pectoral mayor y menor, serrato, dorsal mayor y fibras posteriores sacrolumbares (en movimientos amplios y potentes)

  • En la espiración:
  1. Principales: intercostales internos
  2. Accesorios: abdominales, recto mayor y oblicuos (en espiraciones forzadas - como la tos o la risa -, o controladas - la voz o el canto -.
Si hay un exceso de tensión en estos músculos, principalmente en el diafragma (músculo protagonista de la respiración), el movimiento respiratorio está limitado y queda aire residual en el circuito; es frecuente la necesidad de suspirar como medida autorreguladora.

El diafragma


La estructura del diafragma se extiende a lo largo de una amplia sección del cuerpo. Su parte superior (centro frénico) parte del espacio situado entre la tercera y cuarta costilla; sus fibras inferiores se insertan en la cara anterior de la tercera vértebra lumbar.

Su forma abovedada se debe a los órganos que encierra y sostiene, sin los cuales su bóveda se hundiría. Cabe destacar que tiene una forma asimétrica ya que por la derecha el hígado lo empuja hacia arriba y por la izquierda el corazón lo empuja hacia abajo.


Durante la respiración el diafragma tiene un movimiento de ascenso y descenso que, además de ayudar al cambio de forma y volumen de la cavidad torácica  y abdominal, realiza un masaje en los órganos internos y que beneficia la circulación sanguínea y linfática (junto con los cambios de presión).

Al inspirar, el diafragma desciende y el centro frénico arrastra los pulmones, haciéndolos aumentar de volumen y las costillas se elevan, creándose una presión negativa que hace que el aire entre.

Al espirar, el centro frénico asciende, empujando los pulmones hacia arriba y las costillas descienden al relajarse los músculos inspiradores, lo que produce una presión positiva que hace que el aire salga naturalmente.


La importancia de la respiración

Para la producción de energía fisiológica la respiración es tan importante como la digestión, pues se produce cuando el oxígeno se combina con la comida. Por lo tanto, la calidad de nuestra respiración influye mucho en que nos sintamos energizados o no.

Cuando la respiración es equilibrada y serena, promueve la vitalidad en todo el organismo; pero si la respiración es poco profunda o desequilibrada, el cuerpo no obtiene todo el complemento vital de energía que necesita.


El estudio de las técnicas de control de la respiración han puesto de manifiesto experimentalmente que se produce una activación de la rama parasimpática (relajación) del Sistema Nervioso y una disminución efectiva de la rama simpática (alerta).

En términos coloquiales, esto viene a decir que la práctica de ejercicios de control y conciencia de la respiración aumentan la tranquilidad, la calma y el sosiego, contribuyendo a la disminución de los estados de ansiedad.


¿Cómo es tu respiración?

Colócate de pie, con la espalda recta y los hombros relajados; los pies paralelos y separados unos 20 centímetros.

Ahora pon una mano sobre tu pecho y otra sobre tu abdomen y durante un minuto, respira normalmente. Observa el movimiento de tus manos al inspirar y al espirar.

¿Cuál de ellas se mueve más? Si es la del pecho, tu respiración es pectoral y superficial; si se mueve más el abdomen, tu respiración es diafragmática, más profunda. 

La respiración normal en reposo debe ser una combinación de respiración diafragmática y pectoral. Algunos ejercicios respiratorios se centran en la respiración abdominal, que consume menos energía que la respiración impulsada por el pecho y los hombros.


Manos a la obra y...feliz respiración












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