MASAJE FACIAL JAPONÉS EFECTO LIFTING-KOBIDO

El masaje facial japonés procede de la Medicina Tradicional China, en la que el An-Mo o masaje, tienen como objeto mantener o restaurar la salud, preservando un flujo constante de energía. Llegó a la cultura japonesa hacia el 1.300 d.C., donde pasó a llamarse An-Ma y  se desarrolló adquiriendo características propias, pero buscando el mismo resultado.

Se cree que nació como un tratamiento destinado a samuráis, para potenciar su fuerza interior y valor y para recuperar su energía y su estado físico y mental después de las batallas. Cuando una emperatriz comprobó sus numerosos beneficios estéticos, lo eligió como su tratamiento de belleza y estuvo durante años restringido al la familia imperial y a la alta aristocracia japonesa.

Kobido significa “antiguo camino de la belleza”.  Hoy es una técnica renovada, ideal para quienes buscan quitarse unos años sin acercarse al bisturí;  le dicen ‘lifting sin cortar’ porque produce un efecto de estiramiento en la cara cuyos resultados mejoran cuando se traza un plan de sesiones frecuentes. Este es un masaje sofisticado, delicado y con efecto rejuvenecedor.

La sesión de masaje facial japonés consta de varias fases, en las que se alternan movimientos suaves con efecto drenante, con otros movimientos más rápidos y activos destinados a mejorar la circulación sanguínea y con ello la nutrición celular, trabajar la musculatura facial profunda y producir un efecto de remodelación facial y disminución de las arrugas y líneas de expresión, flacidez, bolsas y ojeras y falta de vitalidad y luminosidad en general.

Las fases de una sesión:

• Fase 1 Limpieza superficial de la piel: Comenzamos la sesión con un desmaquillado suave y una tonificación de la piel, para dejar el rostro y escote libre de restos de maquillaje, polución y cualquier tipo de suciedad.

• Fase 2 Drenaje Linfático Manual: Seguimos con un drenaje linfático facial con el objetivo de limpiar y liberar los canales linfáticos del rostro y el cuello, facilitando el trabajo del Sistema Linfático, lo que se traduce en una disminución de la hinchazón (sobre todo en bolsas de los ojos) y una mejora del aspecto de la piel.

• Fase 3 Extensión de aceite y masaje decontracturante de cuello: Antes de comenzar con las maniobras propias del masaje facial japonés, pasaremos a extender el aceite vegetal de masaje por el escote, cuello y rostro y realizaremos un masaje sobre esta zona para reducir la tensión y facilitar la circulación sanguínea hacia el rostro. Podemos elegir un aceite vegetal neutro y apto para todo tipo de pieles, como el de Caléndula, o elegir otro con efecto antioxidante como el de Jojoba o el de Franbuesas. Además, podemos añadir aceites esenciales adaptados a cada tipo de piel a nuestro aceite base. Lo que si será importante, es que sea un aceite vegetal natural y a ser posible de origen ecológico, libre de componentes químicos, para evitar reacciones adversas.

• Fase 4 Masaje facial Kobido: Empezaremos en este momento con el masaje facial japonés propiamente dicho, compuesto `por una serie de maniobras rápidas y activas, pero delicadas, para evitar cualquier dolor o molestia al receptor. El objetivo de estas maniobras es estimular la circulación sanguínea, facilitar la remoción de células muertas de la superficie de la piel, oxigenar la piel, estimular la musculatura facial y remodelar el rostro.  Alternaremos las maniobras más activas con otras más suaves destinadas a drenar y facilitar la circulación de retorno, realizando siempre movimiento ascendentes.

• Fase 5 Pases sedantes: Una vez finalizadas las maniobras más activas, pasamos a realizar una serie de pasos sedantes para relajar y refrescar la piel. En esta fase, podemos emplear rodillos de jade u otras gemas (manteniéndolas frías) y pasarlas por el rostro y escote para refrescar y calmar la piel.

• Fase 6 Digitopuntura final: Finalizaremos la sesión con una acupresión facial para aliviar y estimular el flujo energético en el rostro. Al estimular zonas reflejas del rostro se envían impulsos nerviosos a los órganos internos a través del Sistema Nerviso, estimulando la circulación sanguínea y regulando la bioquímica del cuerpo. Se basa en el concepto de que la energía fluye por el cuerpo y el rostro a través de meridianos.

• Fase 7 Cierre de la sesión: Para finalizar la sesión, podemos elegir varias opciones. Podemos optar por aplicar alguna mascarilla de efecto hidratante, nutritiva, seborreguladora, etc., según las necesidades de la piel. Otra buena opción, y muy natural, es aplicar una infusión fría a base de manzanilla y pétalos de rosa, ayudándonos de unos algodones que distribuiremos por todo el rostro y dejaremos actuar durante unos 5 minutos. También podemos optar por aplicar agua de rosas u otro hidrolato (agua floral) sobre el rostro y retirar el exceso de aceite con ayuda de unos algodones.

Recomendación de frecuencia y número de sesiones: 

El masaje facial japonés es efectivo desde la primera sesión. A mi me gusta realizar (con el permiso de los clientes) una fotografía del antes y después del tratamiento, donde se puede apreciar claramente cómo el rostro se ilumina, la piel aparece más jugosa y con un aspecto más joven, la líneas de expresión se atenúan y las arrugas se alisan, los rasgos faciales se elevan y el óvalo facial aparece más definido.
Este efecto lifting dura unos días, pero si se sigue una rutina de tratamiento el efecto se mantiene en el medio y largo plazo y se evita y retrasa la aparición de los signos de envejecimiento.

Se puede optar por realizar una sola sesión para mejorar el aspecto de la piel del rostro y el escote porque te apetece verte mejor, porque tienes un evento, una boda, una cena importante, una entrevista de trabajo, o por cualquier otro motivo importante para tí. Pero también puedes optar por realizar un tratamiento completo de choque y mantenimiento para lucir una piel más sana y joven en el largo y medio plazo.

El tratamiento de choque recomendado constaría de 5 sesiones, con una frecuencia semanal, para después pasar a realizar una sesión de mantenimiento cada 15 días o mensualmente.


Beneficios del masaje facial japonés: 

• Mejora la circulación y aporte de nutrientes a las células
• Reafirma, fortalece y tonifica los tejidos y la musculatura
• Define el óvalo facial
• Desintoxica y desinflama los tejidos
• Activa el Sistema Linfático y mejora su funcionamiento
• Oxigena e hidrata la piel
• Estimula la producción de colágeno y elastina
• Ilumina, tonifica y deja un rostro sereno y radiante
• Reduce la tensión muscular de la cara y el cuello
• Alivia migrañas y cefaleas
• Mitiga algunos efectos del bruxismo
• Mejora el estado de ánimo al actuar sobre puntos reflejos neurosedantes
• Atenúa las manchas de la edad
• Regula la secreción sebácea
• Eficaz para algunos tipos de acné
• Mejora la hidratación de pieles secas

Contraindicaciones: 

• Acné muy purulento
• Heridas, quemaduras o cicatrices recientes
• Enfermedades tumorales o hemorrágicas
• Inyecciones de botox, ácido hialurónico u otras infiltraciones estéticas recientes
• Cirugía facial reciente con inflamación

Recomendaciones: 

• Beber mucha agua antes y después del tratamiento para ayudar al proceso depurativo
• Evitar alcohol, tabaco, café o té inmediatamente después de la sesión
• Evitar alimentos excesivamente salados
• No combinar con otros tratamientos faciales en el mismo día

Para terminar, si nunca lo has probado y te apetece comprobar los maravillosos efectos por tí mism@, sólo durante este mes de julio lo puedes hacer aprovechando esta increíble oferta: