lunes, 4 de abril de 2016

REFLEXOLOGÍA PODAL TAILANDESA



En este post, quisiera hacer una breve introducción a la reflexología podal, ahondando un poco más en la técnica tailandesa, que es la que yo practico, y que tiene unos principios ligeramente diferentes a la reflexología tradicional occidental aunque, como veremos, ambas tienen varios puntos comunes.

Una de las principales diferencias, es que en el masaje tailandés de pies, no sólo se trabaja con los pies sino también con la parte baja de las piernas. De acuerdo con las filosofías orientales, este masaje estimula los órganos del cuerpo a través de los puntos reflejos de los pies y las líneas energéticas (líneas Sen) del pie y la pierna; además consigue equilibrar y armonizar la energía en el cuerpo, lo que ayudará a mantener un estado saludable generalizado.

Aquí se pone atención, más que al estudio de los puntos reflejos del pie para conocer el estado de los órganos, al propio masaje, tratando de promover un estado de bienestar general, aportando una sensación refrescante, revitalizante, que promueve la circulación sanguínea, linfática y energética y que además relaja en profundidad.

Este masaje se puede trabajar con el cliente sentado en un sillón o tumbado en una camilla y para realizarlo se emplean tanto las manos del masajista como un stick de masaje para estimular los puntos reflejos del pie y las líneas de la pierna, aunque también se puede realizar esta estimulación sin stick. 
También se emplean cremas, aceites de masaje y bálsamos (por ejemplo bálsamo de tigre), con lo que, no solo estimularemos el cuerpo internamente a través de los pases de masaje, sino que también hidratamos y nutrimos la piel, dejando una agradable sensación de suavidad y ligereza en los pies y las piernas.

Si sufres de piernas cansadas, circulación lenta, sequedad en la piel, dolores o entumecimiento en los pies o las piernas, etcétera, este masaje te aportará un gran alivio. 
Por descontado, que esta sensación de bienestar se trasladará a todo tu cuerpo y tu mente y sentirás tu energía restaurada y una agradable sensación de revitalización y puedes recurrir a ella como tratamiento de apoyo a otros tratamientos médicos, no sólo en los casos anteriores, sino también para trabajar desórdenes digestivos y abdominales, dolores de espalda, patologías cardíacas, estrés emocional, dolores articulares, tensión generalizada, etc.

Ante todo señalar que, ya sea que optes por la reflexología podal occidental o por el masaje tailandés, en caso de sufrir una patología, debes consultar siempre previamente con tu médico, ya que ellos son los que deben diagnosticar.

No lo dudes, pruébalo y juzga tu mism@


Un acercamiento a la reflexología podal


Tanto la reflexología podal occidental como la tailandesa, se fundamentan en el trabajo sobre las plantas de los pies y las manos con el fin de conseguir una estimulación de las gándulas y órganos del resto del cuerpo, así como del Sistema Nervioso, y un restablecimiento del equilibrio físico y energético a través de dicha estimulación. 

A través de la reflexología, no sólo se logra restablecer y equilibrar el flujo de energía, sino que también se consigue eliminar los bloqueos en los flujos corporales (sangre y linfa) y un equilibrio y normalización en los mismos, evitando así la sedimentación y mejorando la oxigenación de los tejidos y eliminación de sustancias de desecho a través de las circulación linfática y venosa.


Por otro lado, la habilidad, dedicación y personalidad del masajista son elementos muy importantes para que el masaje resulte efectivo. Sentir el contacto de otra persona es muy significativo y terapéutico en sí mismo y ha demostrado ser un método válido para aliviar ciertas dolencias. 

Pensemos en el poder de las manos de transmitir sensaciones, calor o incluso sentimientos; si este contacto se recibe en los pies, se produce una sensación de relajación probablemente mayor que si se aplica sobre otra parte del cuerpo.


En cada pie, existen 7.200 terminaciones nerviosas que tienen interconexiones, a través del cerebro y la médula espinal, con todas las zonas del cuerpo. Esto sin duda, va a influir en el flujo de energía de todo el organismo.
La presión aplicada sobre estas terminaciones nerviosas produce una estimulación en el Sistema Nervioso Periférico, que es interpretado el Sistema Nerviosos Central y que a su vez genera una respuesta motora que afecta al órgano/s correspondiente.


Otro enfoque más pseudo-científico (de origen oriental) sugiere que el cuerpo tiene canales por los que fluye la energía y que cualquier bloqueo o estancamiento en éstos puede producir malestar, dolencias o incluso enfermedad. En los pies pueden sentirse estos bloqueos como bultos, y masajeando éstos pueden desaparecer los bloqueos y con ello el malestar.

El masaje tailandés sigue esta teoría y, además de trabajar los puntos reflejos de los pies, trabaja las líneas de energía de la pierna, para facilitar el flujo hacia arriba y por todo el cuerpo. Por tanto, más que esperar que la estimulación de los puntos del pie fluya hacia el cuerpo, se ayuda activamente a la corriente de energía a ascender por las piernas a través de estas líneas energéticas.

El masaje tradicional tailandés tiene su origen en el masaje Ayurveda indio, aunque también tiene influencia china, lo que se pone de manifiesto cuando observamos los mapas de los puntos reflejos, que son casi idénticos.
Los mapas reflejos se han representado durante siglos por diferentes culturas y escuelas y, si bien el cierto que estas diferencias pueden convertirse en una preocupación y motivo de discusión para algunos terapeutas, lo cierto es que todos estos mapas presentan más similitudes que diferencias.




Qué es la reflexología 



Según la definición de Dwight C. Byers (sobrino de Eunice Ingham, fundadora de la reflexología podal, el Instituto Nacional de Reflexología y el Instituto Internacional de Reflexología) "la reflexología es una ciencia que se basa en el principio de que existen zonas reflejas en los pies y las manos, que se corresponden con todas las glándulas, órganos y partes del cuerpo"

Entre los efectos más destacados de la reflexología, señala tres:

1. Libera el estrés y la tensión: alrededor del 75% de las enfermedades se pueden atribuir al estrés, que afecta a varios sistemas del cuerpo en mayor o menor medida; por ejemplo cardiopatías o problemas vasculares, gastrointestinales, palpitaciones, sudoración excesiva, cefaleas, anorexia, etc.

2. Mejora la circulación y estimula el Sistema Nervioso: el aporte de sangre a los órganos es fundamental para su correcto funcionamiento. A su vez, todos los órganos reciben instrucciones del Sistema Nerviosos, con una intrincada red de terminaciones nerviosas que conducen los impulsos y comunican el Sistema Nervioso con el resto del organismo.

3. Ayuda al cuerpo a conseguir la homeostasis o estado de equilibrio y armonía:  tanto si una glándula u órgano se encuentra en un estado hiperactivo, como si están por debajo de su nivel normal de actividad. La reflexología ayuda a recuperar los niveles normales o adecuados de funcionamiento y nunca va más allá de sus límites de equilibrio natural.





Las zonas reflejas o líneas energéticas



En reflexología podal se habla de diez líneas reflejas o zonas energéticas, una por cada dedo de cada mano y cada pie, siendo que la zona uno (1) comienza en los pulgares de la mano y de los pies y ocupa toda la longitud del cuerpo, desde la parte alta de la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies y abarca todos los órganos por los que pasa.
A su vez, en el dedo gordo hay cinco (5) zonas, puesto que representa la mitad de la cabeza.


En la cultura oriental se habla de unos canales invisibles que permiten que la energía circule por todo el cuerpo. En la India, a esta energía se le llama Prana y a los canales energéticos se los conoce como Nadis. En China llaman Qi a la energía y Meridianos a los canales por los que fluye. En Tailandia la energía se conoce como Ion y líneas Sen a los canales por los que fluye.

Todas estas culturas, tomando como base la afirmación del budismo, sugieren que hay 72.000 canales de energía, y curiosamente en la reflexología occidental se habla de 7.200 terminaciones nerviosas en cada pie.

También, al igual que la reflexología occidental, el sistema tailandés considera que hay diez líneas energéticas (líneas Sen) principales, conocidas como Sen Prathan Sip, fruto de una gran labor de investigación de Harald Brust (conocido como Asokananda o Ashoko).





De estas diez líneas, en el masaje tailandés de pies se trabajan seis líneas Sen:


- Sen Sumana: desde el borde 
interno del dedo gordo del pie, continúa por el arco del pie, rodeando el talón y ascendiendo por la parte trasera de la pierna, desde el tendón de aquiles. Se corresponde con el nadi Sushumma (ayuveda) y los vasos Gobernantes y Conceptuales (medicina china). Es la línea principal de energía.

- Sen Ittha : está en la parte izquierda del cuerpo y se considera que tiene cualidades femeninas. Discurre desde la parte externa de dedo meñique del pie y el canto externo y asciende, rodeando el tobillo, por los peroneos. Se corresponde con el nadi Ida (ayurveda). En caso de trabajar con una mujer, el masaje debería comenzar por la pierna izquierda.

- Sen Pingkala: sigue el mismo recorrido que sen Ittha, pero por la parte derecha del cuerpo y se le atribuyen cualidades masculinas. Se corresponde con el nadi Pingala. En el caso de trabajar con un hombre, se empezará el masaje por la pierna derecha.

- Sen Kalathari: cruza el cuerpo de izquierda a derecha del abfomen y se extiende a nuestros dedos de los pies y de la mano. Este cruce de la línea, permite que la energía circule de una parte del cuerpo a la otra, ayudando a mantener las dos partes en equilibrio y armonía. Se conoce como la línea emocional o psíquica.

- Sen Sahatsarangsi: se encuentra en la parte izquierda del cuerpo. Discurre lateralmente por la planta del pie y el empeine y asciende por la parte lateral de la tibia hasta la rodilla.

- Sen thawari: sen encuentra en la parte derecha, siguiendo el mismo recorrido que Sen Sahatsarangsi. Ambas líneas se trabajan para el dolor de rodilla y entumecimiento de las piernas.





Como todo, también existen ciertas contraindicaciones o casos en los que no se recomienda realizar este masaje, como en el caso de patologías graves que requieran una supervisión médica, tal como hemos indicado al principio. 
En ningún caso realizaremos un masaje de pies si existe un posible embarazo o se encuentra en el primer trimestre de embarazo.
Deberemos ajustar el masaje, evitando estas zonas si existen heridas, quemaduras, yagas, cortes o patologías de la piel como dermatitis localizas, infecciones por hongos o virus (como verrugas), cicatrices recientes, fracturas recientes, venas varicosas o flebitis.

Salvo en el caso del embarazo, en todos los demás casos se puede realizar el masaje tailandés de pies sin ningún problema, como tratamiento adicional a cualquier otra terapia. 

Así que, como ya hemos dicho al principio, no lo dudes y pruébalo. Concierta una cita cuanto antes y disfruta de un agradable y reconstituyente masaje que equilibrará tu cuerpo, tu mente y tu espíritu y  que promoverá un estado de bienestar general.

Os espero

Gracias - Namasté