domingo, 13 de septiembre de 2015

El masaje: definición, indicaciones y contraindicaciones


El masaje es algo más que tocar el cuerpo o apoyar las manos; se trata de un contrato personal. Todos los masajistas emplean, además de las manos, la voz, el conocimiento de la persona masajeada (lo que a veces se denomina “psicología”) y un cierto conocimiento de la medicina popular…



Dr. Sydney Light


El masaje es ciencia, arte, sensibilidad, experiencia y profunda intuición. El buen masaje tiene muchas facetas y modalidades, y diversas aplicaciones, pero en todos los casos hay un intercambio de conciencias entre dos personas.

El masajista es la persona que alivia, restaura y promueve la curación, observando y tocando el cuerpo humano; éste está diseñado con sensibilidad y con arte, con profunda sabiduría. No sólo es ver y tocar, también hay que saber usar las manos con pericia y sabiduría, con sensibilidad artística.

Los que practicamos el masaje con entusiasmo vocacional y seriedad, y logramos aliviar y restaurar a través de nuestras manipulaciones, estamos dotados de convicción porque vemos a diario la evidencia de la virtud curativa del masaje.


El Masaje es una de las tantas disciplinas médicas de gran antigüedad y tiene su propia historia, desde las antiguas civilizaciones (p.ej. Ayur-Veda o Ciencia de la vida), hasta nuestros días con una visión más científica y terapéutica. Lo que está claro es que en esencia persigue un fin curativo.


Ciertamente, frente a la medicina rápida, impersonal, jalonada de prisas y sin apenas relación entre paciente y médico, el masaje supone una tarea más laboriosa pero más completa; más sencilla si se quiere, pero eficaz; más íntima, pero humana y vital. En el masaje los procesos de alivio y curación son paulatinos pero sólidos, en muchos casos no son espectaculares pero si constantes, y no sólo se atiende a los efectos momentáneos, sino a erradicar la causa.

En este sentido, el masaje incide intencionalmente en el cuerpo material o soma, pero alcanza también la zona mental y subjetiva. Ya es sabido que en todo proceso de enfermedad queda implicada el área conciencial y anímica de la persona, no sólo enferma el cuerpo.

En el masaje, la mano trabaja al compás de los ritmos precisos que sugiere la mente, porque el auténtico masaje nunca es impersonal. Hay una curiosa interacción entre mano y cerebro, que se va sincronizando con ayuda de la intuición y la práctica constante; la mano tiene su lenguaje y su don; puede transmitir, sugerir, detener, transformar, aliviar…


Las manos encierran algo maravilloso en sí mismas; la presencia de una mano puede alterar el curso sensitivo de una persona, pueden llamar o rechazar, pueden apretar o ahogar, rozar y acariciar, infundir esperanza y bendecir; poseen movimiento, magnetismo, sensibilidad, atracción.


Las manos son órganos muy asociados a nuestro cerebro; a fuerza de tocar, acariciar, modelar, golpear, aplastar o friccionar, se ha acumulado en nuestras manos tanto magnetismo, que bien empleadas, resultan buenas promotoras de la curación.

Hoy en día, incluso en círculos científicos, no se duda sobre el magnetismo que las manos acumulan, irradian y desprenden en ciertos momentos. En todo organismo viviente hay capacidades térmicas y eléctricas. Un determinado estado psico-físico, junto a un preciso y complejo funcionamiento del Sistema Nervioso, es lo que motiva el magnetismo.


David Daniel Palmer, fundador de la Quiropráctica, influido por el mesmerismo, curaba de acuerdo a los principios del magnetismo animal. Más guiado al principio por su intuición que por sus conocimientos de anatomía y fisiología, en los que fue profundizando poco a poco, así como en la génesis y los síntomas de muchas enfermedades óseo-musculares, termina creando su propio sistema.


Esencia del sistema Palmer:


a) La columna vertebral es el emplazamiento superior de la corriente vital, por lo tanto esta zona es el eje de la vida. Cualquier enfermedad en su origen en algún desequilibrio de la columna vertebral.

b) Desde la médula, el flujo nervioso y la misma corriente vital llegan hasta las distintas periferias del cuerpo. Los nervios espinales, a manera de conductores, transportan el flujo nervioso hasta los mismos órganos.

c) Cuando un órgano enferma, es que no llega convenientemente el flujo nervioso y la corriente vital. Entonces, hay que ver de qué parte de la columna depende el órgano enfermo y trabajar la zona raquídea que corresponda.

d) Todos los órganos y partes del cuerpo, tienen su correspondencia con la columna vertebral.

A lo largo de los años, muchas de las técnicas de Quiropráctica se han modificado y el contenido doctrinal en anatomía, fisiología y problemática del sistema óseo-muscular en las escuelas es mucho más amplio y sólido y dirigido a trabajar, no sólo con las dolencias y problemas relacionados con la estática corporal, sino también los relacionados con la dinámica del organismo por entero, y sus manipulaciones se han vuelto más amplias, rítmicas y completas.

Teniendo en cuenta que el quiromasajista trabaja con los casos generales en cuanto a afecciones se refiere, o bien los casos levemente graves, es decir, que no requieren de por sí pasar a la exclusividad de un médico especialista, el masaje (realizado de acuerdo a los cánones científicos del mismo) dado por un auténtico profesional, está indicado en los siguientes procesos o afecciones:

Aparato locomotor: contracturas, dolores irradiados de carácter óseo-muscular o circunscritos al hombro, cuello, espalda, codo, pie, etc., lumbago, ciática, ciertas clases de esguinces y casos similares.

Afecciones del aparato circulatorio: Edemas, estados congestivos de los vasos linfáticos, deficiencias en el riego sanguíneo, lenta circulación de retorno, propensión a varices, etc.

Afecciones del aparato digestivo:  acrofagia, atonía gástrica, digestiones pesadas, estreñimiento, inapetencia, gastralgia en general y casos similares.

Afecciones reumáticas

Afecciones de índole nerviosa: espasmos musculares de tipo nervioso, neuralgias, sensaciones periféricas de temblor, frio, adormecimiento. Depresiones o fobias ocasionales, insomnio, tensión generalizada, etc.

Siempre que persigamos tonificar, calmar, estimular, hacer descansar o proporcionar bienestar. Como preparación para algún deporte, o tratarle después del mismo. Con fines estéticos, etc.


Como puntualización final, el quiromasajista, siempre que observe algo capaz de suscitar la duda racional de que el cliente requiere encaminarse hacia un médico especialista para que le diagnostique en profundidad, obrará en consecuencia, derivando hacia un especialista, tanto en beneficio del paciente como de su propia profesión.

Por otro lado, hay determinadas circunstancias en las que el masaje también puede estar contraindicado, como en procesos de inflamación de origen bacteriano, ataque dolorosos o inflamatorios de gota, flebitis aguda, artritis de origen infeccioso, infección, fiebre, calcificación progresiva de algunas estructuras, osteoporosis activa, fracturas, rupturas recientes de ligamentos o discos, hernias discales muy acusadas, supuraciones cutáneas y diversos casos similares.


Recuerda: Coge tu cita antes de que sea demasiado tarde




Autor: María Sáez Carramolino
Contacto: maria.fbach@gmail.com